¿Sabías que puedes sustituir el muelle de la manilla para que funcione mejor? Cuando una manilla no funciona correctamente, podemos optar por su sustitución completa por una igual o similar, o probar a sustituir el muelle de la misma. Esta última opción es más económica si queremos descartar una nueva.
Reúne las herramientas necesarias.
Para llevar a cabo esta tarea, necesitarás algunas herramientas básicas como un destornillador, alicates de punta fina y un nuevo muelle de repuesto. Asegúrate de tener las herramientas adecuadas antes de comenzar.
Retira la manilla
En primer lugar, deberás quitar la manilla de la puerta o del objeto en el que se encuentre. Busca los tornillos que sujetan la manilla en su lugar y desenróscalos con un destornillador. Dependiendo del tipo de manilla, es posible que tengas que retirar una cubierta o una placa decorativa antes de acceder a los tornillos.
Accede al muelle
Una vez que hayas retirado los tornillos y la manilla esté suelta, tendrás acceso al mecanismo interno donde se encuentra el muelle. Observa cuidadosamente cómo está colocado el muelle original para que puedas instalar correctamente el nuevo.
Retira el muelle viejo
Utiliza los alicates de punta fina para sujetar el muelle viejo y tirar de él con cuidado para extraerlo del mecanismo. Presta atención para no dañar otras partes de la manilla mientras haces esto.
Instala el nuevo muelle
Coloca el muelle de repuesto en la posición correcta dentro del mecanismo. Asegúrate de que esté alineado correctamente y encajado de manera segura. Si es necesario, utiliza los alicates para ajustar la forma del muelle y asegurarte de que esté bien sujeto.
Vuelve a colocar la manilla
Una vez que hayas instalado el nuevo muelle, vuelve a colocar la manilla en su lugar. Alinea los agujeros de los tornillos y asegúralos firmemente con el destornillador. Asegúrate de que la manilla funcione correctamente y que el muelle haga su trabajo de manera efectiva.
Prueba el funcionamiento.
Después de haber completado la instalación del nuevo muelle, prueba la manilla para asegurarte de que funcione correctamente. Ábrela y ciérrala varias veces para comprobar que el muelle proporciona la tensión necesaria y permite que la manilla vuelva a su posición original.
Recuerda que estos pasos son una guía general y pueden variar según el tipo de manilla o el objeto en el que estés trabajando. En caso de tener dudas o dificultades, también puedes buscar la ayuda de un profesional en cerrajería o mantenimiento, o consultar en tu ferretería más cercana.
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